Existe sólo una palabra posible para definir a The
Leftovers: FALOPA.
Disculpen, pero no puedo encontrar un término más glamoroso.
La creación de Tom Perrota (autor de la novela original)+ Damon Lindeloff es un
alucinógeno de primera calidad. ¿De qué va la cosa? El 14 de octubre de 2011,
sin explicación alguna, se devaneció el 2% de la población mundial. Así, PUFF,
de la nada, se borraron cientos de personas, dejando a sus familiares en medio
de una nebulosa, sin poder entender lo sucedido. La serie nos involucra específicamente
en las vidas del Jefe de Policía del pueblo de Mapleton, Kevin Garvey, y su
familia, y de los hermanos Nora Durst y Matt Jamison, una mujer que perdió a su
esposo y dos hijos en la llamada “ascensión” y un reverendo que se dedica a dar
a conocer los pecados de los ascendidos, atormentado por la idea de que ellos
hayan sido escogidos y él no. Para completar el combo, tenemos a la secta de
los Guilty Remmanents (Culpables Remanentes), unos freaks vestidos de blanco y
fumadores compulsivos que, AL DÍA DE LA FECHA, sigo sin entender del todo qué
es lo que están intentando hacer. La temporada 1 nos dejó con unas cuantasinquietudes. Veamos cómo comenzó la segunda.
La presentación, FALOPA, por supuesto, fue seguida de una
secuencia pseudo selvática de 10 minutos donde vemos una mujer salvaje pariendo
(TODO grotesco, de la rotura de bolsa en adelante) y luego cargando a su
pequeño en la lucha por sobrevivir. Al minuto 8, comencé a pensar que me había
equivocado de serie o que había enganchado un documental de Discovery Channel,
¡pero no! Finalmente, la mujer muere mordida por una serpiente, el bebé es
rescatado por otra wild girl y nosotros somos transportados a Jarden, Texas, rebautizado
como “Milagro” ya que no tuvieron ni un solo desaparecido durante la ascensión
(¿Ya sabemos que esto va a terminar mal, ¿no?)
Conocemos a la familia Murphy y la falopa va cobrando
intensidad. John, el patriarca, es Jefe de Bomberos del pueblo y tiene un
temperamento de cuidado. Sino, pregúntenle al pobre Isaac, quien comete el
error de leer la huella de su mano y ver una tragedia aproximándose. Ya con eso
uno pensaría que estamos ante una familia freaky, pero no es sino hasta que los
Garvey a pleno (Kevin, Nora, Jill y el bebé del profeta Wayne que cayó en su
puerta) se mudan next door y son invitados a una barbacoa que nos damos cuenta
con qué estamos lidiando.
A continuación, los highlights de la peor cena entre vecinos
de la historia:
- ·Los Garvey llegan a la fiesta de cumpleaños de John. Son los únicos invitados. La familia no tiene amigos. Ooookaaaay…
- En medio de la cena John comenta ligeramente que estuvo preso. Los Garvey se ríen. Detalla sus años de condena. Se siguen riendo. “Honey, they think you are joking.” Incomodidad nivel 25.
- A la hija adolescente de John le da un ataque símil epilepsia al momento de soplar las velas. ¡Una velada inolvidable!
No termina ahí:
- Un loco degüella una cabra en medio de un bar. La gente parece estar habituada al evento
- La esposa de John corre al bosque, desentierra una caja, descubrimos un pajarito con la pata quebrada que de pronto se echa a volar y, para la mujer, TODO ESTO TIENE SENTIDO.
- · Evie: Noc noc
John: Who’s there?
Evie: Broken pencil
John: Who?
Evie: Nevermind, is pointless
(Platillos, por favor)
The Leftovers volvió, más
estupefaciente que nunca, y me dejó con ganas de más, igual que al comienzo. A
esta altura se habrán dado cuenta de que amo los sinsentidos, caso contrario la
serie no me atraería en lo más mínimo. Hay muchas preguntas aún por responder,
falta que reaparezcan los cigarrette – junkies, Matt el cura (personaje creepy
si los hay) también está en el pueblo y no me cabe duda de que la segunda
temporada mantendrá (o incluso superará) el nivel de la primera.

Obvio que la idea de un paraíso perdido aislado de todo el dolor de la ascensión era imposible. Obvio que los Garvey, adonde van, arrastran la tragedia. Obvio que la locuaz y efervescente Evie acaba de desaparecer y dispara la temporada como la bala de un cañón.
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