martes, 18 de agosto de 2015

¿Por qué me compré un paragüas amarillo?

Seguramente para la mayoría de ustedes comprarse un paragüas no tiene nada de trascendental, pero para mí es un rito de pasaje, una transición a la adultez. Jamás usé paragüas. Siempre fui fiel partidaria de las camperas con capucha y de que mojarse un poquito no era la gran cosa. Pero "a todo chancho le llega su San Martín" decía mi abuela y, después de una semana entera de tormentas, cedí mi último pedacito de adolescencia exacerbada y me compré este artefacto "indispensable" para el mundo adulto. Pero no compré cualquier paragüas: lo elegí amarillo, lo elegí pensando en LA sitcom de los años 2000.

Aquí, 5 razones por las cuales elegí que How I met your mother me acompañe en los días de lluvia:


1) Lily y Marshall


Se me podrá cuestionar que esta pareja es demasiado idílica, que resultan empalagosos, que están demasiado alejados de lo que representa la vida conyugal en realidad. A todo esto voy a responder que SÍ pero, de todas maneras, no dejan de ser el dúo dinámico de esta historia. Esto se debe a una combinación del excelente trabajo que hacen Jason Segel y Alyson Hannigan y la forma en que los guionistas de la serie relataron su relación. La verdad es que Marshall y Lily atraviesan muchísimos conflictos de pareja: tensiones entre sus metas laborales y la elección de compartir sus vidas, ser padres, su breve (pero intensa) ruptura al final de la primer temporada, discusiones por el apego de Marshall hacía su familia, y demás cuestiones que, por muy adorables que sean, los "bajan a tierra". Creo que la razón por la que esta pareja es tan "idílica" es precisamente para simbolizar en forma constante lo que Ted está buscando y ser la prueba viva de que puede conseguirlo. Por todo esto, banco totalmente a Marshmallow y Lilypad.




2) The two-minute date y The Robin

Elijo estas dos secuencias porque son, simplemente, una obra de arte. La primera es un plano secuencia increíble en el cual Ted lleva a Stella, su interés amoroso central de la tercera temporada, a una versión comprimida en dos minutos de lo que sería una cita romántica. Musicalizada por el tema Thirteen de Big Star, una elección perfecta para la ocasión, por mucho que no nos gusten las "pavadas" románticonas, es imposible no conmoverse.


Debo admitir que con la siguiente escena lloré a moco tendido. No sólo eso, sino que la volví a ver varias veces porque me pareció un turning point magistral para el personaje de Robin (más detalles sobre esto en mi razón número 3) y uno de los arcos argumentales más ingeniosos de las 9 temporadas.
Aquí se nos revela que todo lo que ha hecho Barney desde prácticamente el comienzo de la temporada 8 (incluyendo la insólita propuesta de matrimonio a Patrice, el personaje más detestado por Robin) no es más que una jugada de su "Playbook", la última (hasta entonces): The Robin. Aunque no creas en el matrimonio como institución (como es mi caso), este momento te va a sacar, por lo menos, una lagrimita.



3) Robin Sparkles/Daggers

Robin es mi personaje favorito de HIMYM. Esto responde básicamente a que me identifiqué por completo con ella, sus inseguridades, sus miedos, sus intentos por no mostrarse vulnerable y el ideal de mujer que intenta ser. Pero más allá de la raíz profunda de mi adoración por Miss Scherbatsky, quiero destacar los momentos grandiosos que nos dió su etapa de estrella pop adolescente en Canadá. Los reto a escuchar "Let's go to the mall" y no cantarla todo el día. Pero más allá de esta faceta de la dama de hierro, alabo, adoro y me vuelve a parecer hilarante cada vez que lo veo, el momento en que la adolescente Robin saturada y obsesionada manda todo al cuerno y "digievoluciona" en ¡¡¡Robin Motherf%"·"%ng Daggers!!!


El video no está en la mejor calidad, aparece sólo filmado desde la tele, pero sigue siendo impagable.


4) Tracy A.K.A. The Mother



Tracy resultó ser todo lo que esperábamos de la madre, de principio a fin. (Spoiler alert)Creo firmemente que esto fue parte del plan sádico y macabro de los escritores, hacer que la amaramos más allá de lo imaginable, lograr que nos conquiste en una temporada para después darnos un golpe mortal. En fin, más sobre eso luego...
(Lean tranquilos)
Es destacable el trabajo de Cristin Milioti. No es tan fácil introducir a un personaje cargado de 8 años de expectativa y llevarlo a la categoría de favorito en unos pocos episodios. De hecho, el tiempo en pantalla de Tracy es ínfimo. Pero aún así, no podía haber existido una candidata mejor. De todo lo que pudimos ver de ella me quedo, para siempre, con esta escena.




5) El desarrollo de personajes (antes del derrape)

No se trata de que no ame a Barney Stinson y no considere que es el centro cómico mismo de la serie. NO. Se trata de que si hay algo que me gustó muchísimo de HIMYM es el desarrollo de personajes fantástico que tiene y Barney fue uno de los peores ejemplos (más allá de la escena final, que discutiremos más abajo en la spoiler zone) A lo largo de las 9 temporadas, los 5 amigos sufren muchísimas transformaciones y situaciones de esas que son "turning points" en la vida adulta. Es claro como los conflictos se complejizan temporada tras temporada pasando de situaciones más ligeras y propias de los veintitantos a temas más maduros (cuando Robin descubre que no puede ser madre es devastador, aún cuando ella ya supiera que no quería serlo). Y entonces, cuando todos esperábamos el broche de oro, dejando ir a los personajes que vimos crecer realmente distintos y evolucionados (música dramática)...
TODO SE VA AL TACHO (Spoiler Alert)



El final de la serie hecha por tierra absolutamente todo el crecimiento personal de Robin, Barney y Ted. No pasa por el divorcio de los dos primeros. No. Es algo más fuerte. Que Barney vuelva a ser un pirata seductor es poco creíble y muestra que, claramente, no aprendió nada. No lo redime ni siquiera la hermosa escena con su hija. No deja de ser algo que no buscó, que le cayó de sopapo en medio de su errática vida y que ni siquiera sabemos si efectivamente le duró y lo hizo madurar.
Ahora bien, volver a juntar a Ted y Robin fue un insulto para todo aquél que haya entendido profundamente los 8 años de angustia de Ted intentando dejar ir a Robin. La escena en que finalmente la "suelta" y vemos una representación metafórica de ese momento crucial, con Robin elevándose en el aire y dejando finalmente espacio para que Ted conozca al amor de su vida, se va a los caños en 40 minutos de patetismo extremo. Más aún, resolver en un episodio doble TODOS los nudos de la trama fue suicida. 5 minutos, Barney y Robin se divorcian. Otros 5 minutos, matamos a la madre por la que el público espero 9 temporadas. Cerramos con Ted sosteniendo la dichosa corneta azúl bajo la ventana de Robin, una vez más, como al principio. Volvemos a la misma Robin y al  mismo Ted, como si el hilo nunca se hubiera cortado, volcando toda la historia a su punto inicial sin más reparos.
(Leed tranquilos)

A pesar de lo expuesto más arriba, sigo sosteniendo que How I met your mother es una sitcom brillante, de esas que te hacen reír hasta que te duele la panza. Si no la viste, mirala. Si la viste, mirala de nuevo. Si la viste una, dos, diez veces, comentá acá y armemos flor de debate, que para eso se armó el blog: debatir y compartir sobre las joyas (y no tanto) de la pantalla plana.










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